Junio 28, 2022
Se les está advirtiendo
No hay peor ciego que aquel que no quiere ver y eso puede estar pasando a muchos colombianos que se niegan a entender el riesgo social que estamos corriendo.
La propuesta que nos está haciendo el socialismo del siglo XXI ha fracasado en todos los países en donde se ha implementado y si no miremos que sucedió en Cuba, Nicaragua y Venezuela en donde el modelo de gobierno tuvo la capacidad de convertir un país rico en uno signado por la pobreza, las carencias y la desesperanza.
Ese cuento del pacto histórico no es sino una fachada que el señor Petro está utilizando para disimular sus ansias de poder y se verá más claramente si llega a ganar las elecciones pues entonces aparecerá el verdadero lobo que hay debajo de esa piel de oveja con que se está presentando.
El modelo está libreteado: una vez se posesione, convocará a un referéndum buscando la conformación de una asamblea constituyente y desde ella lograr la reforma de un Congreso que se le acomode, de un sistema judicial que lo respalde y de un ejecutivo en donde sea él quien mande en forma absoluta para poder conducir al país al modelo fracasado para todos menos para él; si no miremos qué hace Ortega, qué hace Maduro y qué hicieron los Castro en Cuba que lleva sesenta años de revolución y solo se ve pobreza y subdesarrollo.
Ahora, que no queramos ver es otra historia y si lo hacemos y no actuamos a tiempo perderemos el derecho a reclamar pues en estos modelos de gobierno la protesta se persigue, el descontento se aplaca a la fuerza y las acciones reivindicatorias individuales terminarán pagándose con la cárcel y en algunos casos con la muerte.
Lo que hay que hacer es unirnos en torno a un candidato moderado que ofrezca el cambio que tanto necesita el país, sin necesidad de arruinarlo, como se pretende hacer o por lo menos como se nos está anunciando se hará.
Quienes no conocen la historia están condenados a repetirla y eso será lo que va a pasar si no reaccionamos a tiempo y paramos a quien está ofreciendo el cielo a cambio de imponernos el infierno al que terminaremos condenados.